lunes, abril 16, 2007

Borrón y cuenta nueva


La última victoria del Celta ante el Coruña ha hecho más pequeña y más trasera la puerta por la que Fernando Vázquez se ha ido.

El de Castrofeito cae por enésima vez en su propia trampa. El que es, posiblemente, el peor entrenador de primera en eso que los neogurús denominan como inteligencia emocional seguirá sin comprender que cada gesto, cada comentario, cada alineación y cada cambio es un poderoso comunicado cargado de mensajes para la grada, el equipo, la directiva, los medios, etc.

Él seguirá creyendo que también podía haber ganado ese partido y que a él, pobriño, le silbaban sólo por ser gallego (como desafortunadamente declaró en El Larguero). Y puede que se marche sin querer entender que, cuando vas ganando un partido por la mínima, sacar a un delantero y meter un Tamas de la vida no es más que alimentar al fantasma de la derrota. En eso Hristo le ha ganado la partida y ha conseguido en un solo partido tantas victorias en casa como el bueno de Arrigo en lo que va de temporada.

Desde que el fútbol es total (es decir, desde la naranja mecánica de Cruyff) el fútbol moderno encontró un nuevo paradigma táctico al comprender el equipo como una totalidad. Todos son defensores cuando no tienen el balón y atacantes cuando se tiene la posesión. De este modo aparecieron nuevos conceptos más complejos que relacionan las diferentes funciones de los futbolistas, hasta entonces divididos en defensores y delanteros.

Muchas veces, como decía Johan, la mejor defensa es un buen ataque. Probablemente los cambios de Hristo (Bamogo por Gustavo y Jorge por Núñez) bucaban que el equipo no se maniatase a sí mismo, defendiendo un resultado tan ajustado.

En el fútbol hay muchos ejemplos de estrategias defensivas que resultan paradógicas porque, en teoría, parecen ofensivas. Van algunos ejemplos:

1. Controlar la posesión del balón para que el rival se quede sin opciones. Propio de equipos como el Celta de Víctor Fernández o el Tenerife de Valdano.

2. Adelantar la defensa juntando líneas. Esto aobliga a que el rival tenga que hacer las transiciones de ataque con pases largos de defensas (siempre más toscos que los medios) a los delanteros. Ejemplo: Atlético de Radomiro.

3. Dejar efectivos en ataque para defender un córner. Si dejas dos delanteros en el centro del campo cuando te van a sacar un corner en contra, obligas al rival a incorporar un menor número de efectivos a tu área.

4. Jugar con 2 extremos para evitar las incorporaciones de lo laterales rivales y buscar el contragolpe.

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