Falta de ambición

Tras la fenomenal acogida del anterior artículo sobre este Celta y Baiano, me veo legitimado y animado a comentaros las sensaciones que me transmitió el partido de Mestalla y, para generar un poco de debate, trataré hoy en especial a la figura de Núñez.

Creo que nadie dijo que el partido de Mestalla iba a ser fácil. Y la verdad es que fue un partido trabado desde el primer momento, con una primera parte en la que el Celta dominó los tiempos, el balón y las emociones del partido, pero sin llegar a poner realmente a prueba a un Valencia concentrado en no convertirse en un equipo en crisis.

En la segunda parte las líneas se estiraron y la línea de zagueros del Celta retrocedió los valiosos metros (creo que por propia decisión) que otorgaban el control de la primera parte. Consecuencia: Villa estaba más cerca del área y costaba mucho más la transición defensa-ataque, con un Baiano aislado del juego y Cannobio sin opciones. Y así fue, en una de esas salidas del balón desde atrás, se produjo una imprecisión que cogió al Celta a contrapié y Villa definió.

Queda pensar que hubiera pasado si en la segunda parte el Celta tomase la decisión de poner realmente en problemas a Cañizares, meter el miedo en el cuerpo y tratar de aprovechar las circunstancias en las que el Valencia se encontraba. Criticar quizás la decisión de meter a De Ridder en el campo, no creo que fuese el mejor partido para darle minutos. Creo que hubiese sido más oportuno aportar dinamismo al ataque con la entrada de Javi Guerrero o Perera, por lo menos antes del 75 y llevando a Cannobio a banda izquierda para romper la monotonía del ataque celeste, bochornosamente previsible.

Y en esta previsibilidad tenemos un nombre propio, Núñez. Un jugador de los que gustan a un entrenador porque dan empaque al mediocampo. Un centrocampista de banda a la vieja usanza, en una época marcada por los mediapuntas. Es curioso ver como en muchos ataques se mantiene, incluso, por detrás del balón. La virtud es la que ayer demostró, ser capaz de lograr que una situación de presing total del rival se convierta, en segundos, en un córner a favor. Los defectos están claros, no fuerza nunca el regate o el camino hacia el interior y no introduce el veneno necesario a los centros, para hacer daño. Creo que es una pena que avance siempre con los mismos criterios. Si coge confianza y trata de hacer algo más le pondrá las cosas muy difíciles a los laterales. Un interior con tanto cuerpo y zancada si, sólo de vez en cuando, mostrase que tiene alguna otra alternativa como meterse hacia dentro o intentase algún tipo de amago más que el del simple cambio de ritmo, sería una figura clave en cualquier esquema. Yo lo considero indiscutible y espero que coja un poquito de desparpajo, para ser un jugador de nivel medio-alto. Eso sí, si Núñez está en la banda derecha, creo que es preciso arriesgar más por la izquierda.

foto: farodevigo.es